Para empezar, pienso firmemente que la biblioteca es el mejor amigo de cualquier familia que eduque en casa, lo cual incluye a familias que llevan a sus hijos al colegio y a familias que no lo hacen.
Notros visitamos las dos bibliotecas más 'cercanas' a casa (A y K) de forma un tanto errática. Solemos alternarlas para ir a cada una dos veces al mes, de manera que podamos tener libros nuevos cada semana.
A la hora de elegir libros, voy a hacer una distinción entre literatura y libros técnicos.
Literatura: vamos a partes iguales. J elige sus libros, normalmente muy vistosos visualmente, pero literariamente bastante indeseables. Pero es su elección e intento no meterme en ella. Yo suelo escoger un poco a ojo, bien sea porque el libro me atrae o porque he leído sobre él o sobre el autor en algún blog, o porque me fío de la editorial. Así se compensa un poco la falta de historias en los libros que trae J a casa.
Técnicos: relacionados con las materias que tratamos cada semana. Suelen ser libros de historia y ciencias, principalmente.
He comprado un cuadernillo tamaño octavilla, con dos columnas por página. Es muy práctico porque me permite apuntar en la columna de la izquierda el nombre del libro y su autor, y en la columna de la derecha la signatura de la biblioteca (si está) y en qué biblioteca se encuentra (A ó K).
Previamente, claro, hay que hacer el trabajo de investigación en los catálogos de las bibliotecas de la zona. Una vez prestados los libros, los marco con rotulador grueso.
Si hay algún libro especialmente interesante o que usemos con frecuencia, es posible que terminemos comprándolo. Pero por el momento, las bibliotecas son el mejor recurso con que contamos para educar en casa.