30 de abril de 2012

Artículo

El artículo de Azucena Caballero hoy en Familia Libre


es para leer y reflexionar.

Dos cómics sobre historia del arte

Encontramos en la biblioteca un par de cómics que tratan de la historia del arte en la época prehistórica y con los babilonios.


Pintapiedras, los (Historias Del Arte) , de Martínez de Antoñana y Mosquera


Los Babilonios (Historias Del Arte), de Martínez de Antoñana y Mosquera

Aunque las historias, los guiones, no son especialmente llamativas, tienen como positivo el que presentan al niño unas épocas antiguas en forma animada.

Es decir, no se trata de leer en un libro de historia sobre Ur, los zigurats, los sumerios, etc., sino que aquí aparecen los personajes de aquella época interaccionando brevemente con los protagonistas (que vienen de la época actual).

Nos acercamos así a la época en que vivieron, cazaron, inventaron la escritura... y todo con la facilidad que da a los niños el leer en cómic.

27 de abril de 2012

Lo que otros han dicho #13


La navaja de Hitchens, 'Lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser descartado sin pruebas' es una frase perfecta para no hacerse mala sangre cuando una encuentra tanta gente y medios, que afirman cosas que no se ha probado que sean ciertas.

Hablo de cosas tan cotidianas y materiales como la homeopatía, los antioxidantes, las cremas para la cara, los suplementos alimenticios, el bulo de la vacuna triple vírica o un montón más que caen en lo que se llama pseudociencia o mala ciencia.

Mala Ciencia, de Ben Goldacre, debía ser un libro de lectura imprescindible para padres y madres que deseen transmitir a sus hijos un sentido crítico/común de las cosas, y que deseen saber cómo funcionan la ciencia y la pseudociencia.

Para no dejarse engañar.

Para no perder tiempo y dinero con cosas que no está probado que funcionen.

No seamos tontos.

Y ahora unos enlaces:

:: Cómics para lengua extranjera, en ORCA
:: Profesor de Historia, Geografía y Arte, un blog que ofrece "recursos didácticos variados e ideas metodológicas a profesores y alumnos de historia, geografía, arte y sociales", para alumnos de secundaria y bachillerato
::  Completely in love with nature journals, en Balancing Everything
:: Lapbook en Homeschool Share: Little House on the Prairie Story

25 de abril de 2012

Creación. Guerra de rosas.


Es imposible saber qué tema despertará el interés de un niño lo suficiente como para no sólo absorberlo mentalmente, sino también para que le inspire a dar un paso de creación y generar algo distinto e inesperado.

Esto le ocurrió a J el otro día. Si lo traigo a colación es porque el acto de creación espontánea surgió a partir de un tema que a priori no le interesaba lo más mínimo. Es más, se trataba de algo que le disgustaba, un tema de historia.

Mal que me pese, a J le interesa poco la historia, salvo algunas excepciones. El caso es que encuentra en una fase en que no le apetece demasiado estudiarla, y menos que nada hacer narración del tema leído. Bien, le propuse entonces, te leo el tema, no haces la narración ni las preguntas de revisión (que sólo hacemos a veces, como forma de aclarar un poco más el tema a través de las preguntas que plantea el libro de actividades), pero sigues haciendo los mapas, colorear algún dibujo si te apetece (esto no es obligatorio, que ya sé que colorear no es demasiado interesante muchas veces ni para muchas personas, entre las que me incluyo), y hacemos las actividades.

La actividad que elegí era muy sencilla: hacer dos estandartes, uno con una rosa roja y el otro con una blanca, por la guerra de las Dos Rosas.


A partir de ahí decidió que hacía los estandartes, pegando las rosas a unos palos de madera, pero que además iba a hacer una obra de teatro, para la que nos disfrazaríamos y haría unas "espadas-palillos de los dientes", una para cada uno. A todo esto, se hizo una lista con los seis o siete pasos que iba a seguir para elaborar todo el asunto, y luego me dictó el guión de su obra. Básicamente era que se encuentran los de la casa de Lancaster y los de la casa de York, luchan con sus espadas-palillo y no recuerdo quien gana.


La obra fue un éxito, aunque a la pequeña actriz de tres años no le gustó no poder hacer luego la suya (?) porque ya era hora de comer y no había tiempo para seguir con la actuación. Eso sí, se salió con la suya al ponerse un disfraz de princesa en lugar de otro más adecuado para un caballero luchador de la época, como quería el director de siete años.

24 de abril de 2012

Leyendo estos días


Los libros que leo con los niños:

115 anécdotas en la vida de los santos, de Bernadette McCarver Snyder
Fábulas, de Leonardo Da Vinci
Los niños del agua, de Charles Kingsley
El libro de la selva, de Rudyard Kipling

El libro que lee Joel:

La veleta y la camisa de dormir, de Gardella y Poch

Los libros que leo por mi cuenta:

Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift
El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva
Homepreschool and Beyond, de Susan Lemons
Mala Ciencia, de Ben Goldacre

21 de abril de 2012

Animalia


La segunda lección de Minimus presenta una serie de adjetivos referidos a distintos animales. Trabajamos los adjetivos con una descripción que Ioelius hizo de sí mismo. Se basa en una pequeña lista de adjetivos que aparecen en el capítulo:

"Puer parvus sum. Benignus sum. Bonus sum. Ignavus sum".

Para trabajar los nombres de animales, de los recursos del blog de Perla, The Classical Mommy, imprimí este juego de parejas, Noah's Ark Cards, con tarjetas de animales, que además de dar el nombre en masculino y femenino, tienen en la parte inferior el verbo que indica el sonido que hace cada bicho.

Otra posibilidad para aprender los nombres de los animales son estos dos juegos, Animalia fera y Animalia domestica. Aunque tienen tantos animales que, de momento, los dejaré aparcados para más adelante.

20 de abril de 2012

Lo que otros han dicho #12


El domingo día 22 se celebra el Día de la Tierra. ¿Qué tal celebrarlo con estas tarjetas de experiencias en la naturaleza, en Imagine Childhood? ¿O firmando esta petición desde Greenpeace para conseguir una ley de deforestación cero en la Amazonia? Por ejemplo; porque posibilidades hay muchas, empezando por trabajar a diario en nuestros hábitos en casa y en el trabajo, de manera que sean más amistosos con el planeta que queremos dejar a nuestros descendientes.

:: Shakespeare's Restless World, un programa de radio de la BBC, en el que Neil MacGregor, el director del British Museum, repasa la época del dramaturgo a través de 20 objetos. La serie puede ser escuchada y leída la transcripción (para los que no dominamos la lengua inglesa). Muy amena.
:: Cansada de comentarios fuera de lugar..., en Homeschool en México: Aprendiendo sin escuela.
:: Educando en el mundo digital, el nuevo blog de Maite.
:: Mati, una profesora muy particular, por Clara y Raquel.

16 de abril de 2012

Mus sum. Minimus sum.

Hace unos días terminamos el libro de introducción al latín, Song School Latin. Ha sido una forma sencilla de iniciar a un idioma, y en concreto a una lengua que no se habla demasiado en el mundo.

A través de cancioncillas y sencillos ejercicios hemos aprendido algunas palabras y frases, de uso cotidiano.

Ahora quiero profundizar un poco más, pero de una forma agradable y adaptada a un niño.

En el ámbito de habla inglesa existe una cierta amplitud de libros para que los niños aprendan latín. En nuestro medio de habla española es todo lo contrario. Tras leer en los foros de TWTM, decidí seguir con un método que permite su estudio a niños desde Primaria, como si de una lengua moderna se tratara: el del ratón Minimus y la familia romana con la que vive en Vindolanda, allá donde estaba la muralla de Adriano.



En el libro del alumno cada lección cuenta, a través de pequeñas historietas con viñetas, tipo cómic, las andanzas de los personajes. Hay una pequeña parte de vocabulario y otra pequeña de gramática.

Compré el CD de audio para escuchar los diálogos (con acento inglés, eso sí), pero no el libro del profesor. No lo consideré necesario; pienso que puede ir bien si vas a dar clase con muchos niños, pero para uno solo, no. Esto hace que tengamos pocos ejercicios en el libro, así que me los voy inventando sobre la marcha. Algo parecido a lo que hacía Paloma con sus hijos, en actividades de lectoescritura en latín I, II, III, IV, V.

13 de abril de 2012

Lo que otros han dicho #11


Pensamientos al azar:

pasó la Semana Santa, casi como un fin de semana largo y con mal tiempo; nota: para el año que viene planear con tiempo unas mini-vacaciones fuera de casa

nos regalaron unos brotes de tomate cherry, y uno de ellos ha sobrevivido. Parece una tontería, pero con mi historial de muertes de plantas es un gran logro. También las zanahorias que plantamos parecen sobrevivir por ahora

a Joel le han asignado el oboe como instrumento musical para aprender a tocarlo el año que viene; de momento no está muy ilusionado -le gustaba más el acordeón

Y ahora unos enlaces:

:: Golondrinas, en Con la cabeza en las nubes
:: Línea del tiempo, en ídem
:: Quejas en los márgenes, en Lecturalia
:: Soroban, en Una nueva educación para un nuevo siglo

9 de abril de 2012

En el mundo del ajedrez, con Alicia



Sinopsis de este libro en Lecturalia:


Alicia a través del espejo está concebido como una partida de ajedrez, donde los arroyos y los setos dividen las casillas y Alicia es un peón que aspira a ser reina; una partida de ajedrez donde nada tiene sentido y nada es lo que parece. En el mundo del espejo la realidad está distorsionada, o quizá sólo es el modo de verla. Lewis Carroll, tras el clamoroso éxito de Alicia en el país de las maravillas (1865), escribió seis años más tarde Alicia a través del espejo, que pronto obtuvo el reconocimiento mundial

Aquí hay un pequeño análisis crítico del libro, donde se interpreta que el paso por el espejo planta a Alicia en el mundo de los adultos, y ella lo que hace es observar todo desde su mentalidad de niña. Por eso resulta todo tan sin sentido.

Análisis de Joel (7 años) tras la lectura en voz alta del libro: "Me ha gustado más la película". Ja, ja. Aún así, algo ha disfrutado del libro, tanto de este como del del País de las Maravillas, porque se ha reído con algunas de las escenas y escuchaba con interés los capítulos. Al ser libros clásicos, lo bueno es que los podemos releer en distintas etapas de la vida y cada vez nos dirán algo distinto y los interpretaremos de otra manera.

Mi análisis: me quedo con la Reina Negra y sus sabias palabras en el segundo capítulo del libro. Sí, lo de las seis cosas imposibles antes del desayuno y lo de que es preciso correr cuanto se pueda para quedarse en el mismo lugar, entre otras cosas.

3 de abril de 2012

Libros divulgativos de matemáticas


Como mucha gente, prefiero los libros divulgativos bien escritos sobre una materia, que los que la tratan de forma árida y supuestamente sólo para profesionales.

Hace unos días encontré la página Libros Maravillosos, a la que sus autores suben libros que les han impactado y que giran en torno a temas científicos, o son libros que sencillamente les gustaron, pues hay biografías y algún otro libro como Tom Sawyer o Dick Turpin, e incluso otros tan curiosos como uno de hipnosis y otro para elegir binoculares.

Yo iba a recomendar tres libros de temática matemática, para las madres (que creo que son las que más leen este blog, pero que también pueden leer los padres, y los niños más mayores), que me gustaron y que no son exactamente divulgativos, salvo el primero:






El diablo de los números (Hans Enszenberger), que leí hace años y me descubrió la magia que hay en las matemáticas.





La fórmula preferida del profesor (Yoko Ogawa), que es una novela bonita en que un profesor que ha perdido la memoria a medio y largo plazo, sólo es capaz de recordar las Matemáticas a las que se dedicaba antes. Con él he aprendido cuál es la fórmula que fue elegida como la más hermosa del mundo.





Crímenes imperceptibles, o Los crímenes de Oxford, tras la película con ese nombre (Guillermo Martínez), que tiene bastantes referencias matemáticas.

Por lo demás he leído pocos más. Tengo en la lista de espera Planilandia de Abbott, la Historia de las cifras de Georges Ifrah, y ahora que encontré Libros Maravillosos, y que puedo descargarme los libros al e-reader, probablemente lea y le lea a Joel algunos más, como el del uso del ábaco japonés.

2 de abril de 2012

Unas palabras de Charlotte Mason

Hay un término que acuñó Karen Andreola y del que me acuerdo con frecuencia, y es Mother Culture (TM). Viene a significar que una madre debe aprender y cultivarse si desea hacer lo mismo con sus hijos. Explorar sus intereses, descubrir otros, tomarse un rato libre a la semana para pasear, oír música o leer un libro. De esa manera Charlotte Mason decía que la madre podría conservar su serenidad y hacer su hogar más feliz. Esta es mi traducción del texto de CM donde se dice:

Si las madres pudiesen aprender a hacer por ellas lo que hacen por sus hijos cuando están sobrepasados, tendríamos hogares más felices. ¡Dejad que la madre salga a jugar! Si ella tuviera valor para dejar ir todo cuando la vida se pone demasiado tensa, y se tomara un día, o medio día, fuera en el campo, o con un libro favorito, o en una sala de arte contemplando con detenimiento y largamente dos o tres cuadros, o en la cama, sin los niños, la vida seguiría siendo más feliz para padres e hijos. La madre sería capaz de mantenerse en 'sabia pasividad', y no inquietaría a sus hijos con continuas interferencias, incluso de la mano o el ojo -ella los dejaría estar.

Charlotte Mason, volumen 3, p. 33-34

En una época en la que parece que se deja toda la responsabilidad de la educación (la académica y en muchos casos la no académica, los valores y modales) en la escuela, son admirables los padres que se preocupan y se involucran en la educación de sus hijos. No me refiero a los que hacen 'homeschooling', sino a todos los demás.

Pero no está de más recordar, que como personas que somos, los padres y madres también necesitamos seguir aprendiendo todo tipo de cosas, y tener momentos para nosotros, donde investiguemos, leamos, pongamos nuestras pasiones o aficiones en marcha. Así 'cargamos las pilas' y podemos volver con ánimo renovado a seguir con la dura (y gratificante) tarea de educar a nuestros hijos.