27 de febrero de 2012

También hay quien decide aprender a no leer

-¿No critica [Lotaria] los libros que lees?
-¿Yo? ¡Yo no leo libros! -dice Imerio.
-¿Qué lees, entonces?
-Nada. Me he acostumbrado tan bien a no leer que ni siquiera leo  lo que cae ante mis ojos por casualidad. No es fácil: nos enseñan a leer desde niños y durante toda la vida seguimos esclavos de todos los chismes escritos que nos ponen delante de los ojos. Quizá hice cierto esfuerzo también yo, en los primeros tiempos, para aprender a no leer, pero ahora me sale muy natural. El secreto está en no negarse a mirar las palabras escritas, al contrario, hay que mirarlas intensamente hasta que desaparecen.

Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino

5 comentarios:

Lola dijo...

Yo, efectivamente, soy esclava de todos los chismes escritos que me ponen delante de los ojos, de hecho, esas cadenas de noticias en las que en la parte de abajo de la tele salen las noticias escritas me ponen de los nervios porque no soy capaz de no leerlas...
Besos para todos.

Silvia dijo...

Que cita tan provocativa... me apunto el libro, a ver si de casualidad lo tienen en la biblio para ahorrarme, ja ja ja. Si no encuentro esta, me apunto a lo que sea de Italo Calvino, me quede en Umberto Ecco, y de Calvino no he leido nada, y lo que has sacado de este libro me encanta.

Maria dijo...

Loli, a mí me pasa igual. Las palabras me saltan a los ojos con todo su sentido Es horrible a veces estar leyendo todo. Por suerte mi cerebro lleva años leyendo aunque ignorando de forma consciente la publiidad y similares.

De Calvino sólo leí El barón rampante. Me recuerda a vosotros, Loli y Joaquín, y a Pedro Guerra y los veranos en Murcia...

1beso.

Maria dijo...

Silvia, yo lo, ejem, saqué en quedelibros. Si te sirve de algo...

El libro es un poco raro, dicen por ahí algo de la postmodernidad. Pero por lo que sea me resulta atrayente, como Lectora que soy.

1beso.

Lola dijo...

Este Pedro Guerra nos ha hecho a todos leer "El Barón Rampante", incluso a mi hermano...