19 de enero de 2012

Pongamos un momento para cada cosa...

 fuente: Gina Faulk

Hace unos días leí el artículo Head, Heart, Hands: Daily Rhythms and Educating the Whole Child, en The Homeschool Classroom.

Aunque la autora hace referencia a los padres que educan en casa según la metodología Waldorf, sus ideas son igualmente aplicables en cualquier contexto.

Se trata de distribuir las acciones y actividades según los momentos del día, de manera que se obtenga un equilibrio entre mente, corazón y manos.

Esto es algo que los que educamos en casa podemos hacer fácilmente, ya que planificamos las actividades, al menos en nuestra familia (que nadie se espante, que la planificación no es un dueño feroz sino un esclavo servicial y flexible, que se adapta a lo que toca cada día, o sea a la vida).

Según el artículo, 

... las actividades mentales se podrían hacer por las mañanas. Serían las más académicas o las que exijan mayor esfuerzo intelectual;

... las que alimentan las emociones y, por qué no, el espíritu, como la música, el arte, el contacto con la naturaleza o la lectura por placer, se harían más tarde. Supongo que sería tras la comida, cuando no suponen un gran esfuerzo para la mente y contribuyen a calmar a los niños y mantenerlos sosegados; no me queda claro en el artículo, pero también podrían hacerse antes de la comida. Personalmente me gusta más mi sugerencia, que se adapta mejor a nuestras costumbres familiares;

... las actividades relacionadas con las manos, como las manualidades, jardinería, costura, tejido, et cetera, se harían por la tarde. Aquí yo incluyo la salida al parque, a hacer recados, a las extraescolares...

Realmente son cosas que salen de forma natural si uno se deja llevar por su ritmo interno. Pero quizás por la vida acelerada y sujeta a horarios, que no a ritmos, son difíciles de llevar a cabo. Yo recuerdo haber dado materias como "geografía e historia", en aquellos lejanos tiempos de la E.G.B. (arcaico, ya lo sé), justo después de la comida, a las tres de la tarde, en un aula en la que entraba alegremente la luz del sol. Soporíferamente soporífero.

8 comentarios:

Maribel dijo...

Interesantes consejos. Gracias.
Lo tendré en cuenta adaptándolo a nuestros horarios.
Aunque en mi caso, como mi hijo tiene solo 3 años, las actividades no son muy planificadas, hay mas ratos de juego libre. Lo que si procuro es que tenga a su alcance material muy variado.
Igualmente puedo proponerle juegos siguiendo las pautas que nos has comentado.

bajo el diente de león dijo...

Vaya, María, nosotros hacemos en casa justo lo contrario casi todos los días (con excepciones, claro): por las mañanas, las que el artículo engloba en actividades que "alimentan las emociones" y "actividades relacionadas con las manos"; y, por las tardes, las "actividades mentales".

Y es que, la verdad, no tengo yo tan claro eso de que la música, la pintura, la escultura, etc. no exijan esfuerzo intelectual, así como que las matemáticas no alimenten las emociones o no estén relacionada con las manos, jejeje.

Por otra parte, creo que la geografía planteada como nos la planteaban en E.G.B. (venga a rellenar mapas con nombres de países y sus capitales, etc.) era soporífera por la mañana y por la tarde :))).

Lo "importante" es que cada uno encuentre su ritmo y que determine qué "materias" le exigen esfuerzo mental y cuáles alimentan sus emociones, sin atenerse a supuestas clasificaciones que nos dicen que las matemáticas requieren más esfuerzo mental que la música, y la pintura alimenta más las emociones que las ciencias naturales, por ejemplo.

Muchas gracias por compartir y por hacerme reflexionar hoy sobre todo esto. Voy a seguir dándole vueltas, jejeje.

1 besito.

Silvia dijo...

Buen post y buen comentario. Todo tiene varios angulos, verdad? CM decia alternar lo intelectual y lo fisico, lo que exige mas del estudiante y lo que exige menos, a grosso modo lo fisico es claramente correr, saltar, por las tardes ella decia hacer actividades manuales pero mas que nada lo que los ninios hacen por ellos mismos, y en las lecciones cortas esta incluido dibujar, cantar, narrar... nosotros de hecho alternamos tambien bastante pero en general en la maniana hacemos lo que segun yo es mi pequenia meta para ese dia.
Y si, que petardo la geografia, con lo divertida que es cuando se estudia la gastronomia, cultura y todo de un pais y desde el contexto de libros vivos que nos hablan de lugares que queremos identificar, o leyendo directamente un libro vivo que mediante historias nos hable de lugares, en lugar de esos mapas politicos y naturales que los de en blanco a rellenar me daban taquicardias y hoy en dia no recuerdo nada de esos rios y afluentes... que perdida de tiempo, con las cosas emocionales y significativas tan bonitas que se pueden memorizar para trabajar la memoria en lugar de datos que hoy en dia los escupe google en menos tiempo que lo que tarda uno en darle al enter.

Silvia dijo...

Perdon, no explique mucho. CM dice que lo que mas exige es escuchar con atencion para narrar. La atencion debe ser indiscriminada, lo cual no quita que puedan estar haciendo ganchillo, o plastelina, pero hay que escuchar con atencion porque leemos solo una vez, y luego narran. Despues de eso vendria algo menos demandante como caligrafia, es algo mas manual. Diez minutos de mates son algo que exige, no porque las mates no puedan ser emocionales, esta clasificacion es mas del lado de la atencion versus estar un poco mas a tu manera. Porque dependiendo lo que te motive algo puede ser mas o menos dificil. Y aunque prestar atencion exiga, por otro lado, cuando a mis hijas les gusta mucho lo que les leo parece claramente tan fluido y natural... en fin, me gusta el post porque da que pensar y nos hace reflexionar.

Maria dijo...

Maribel, mi hija pequeña también tiene 3 años y estos ritmos de momento son imposibles, por lo que dices de que casi todo es juego libre.

Yo me refiero más a niños mayores, quizás, que ya han interiorizado los ritmos del hogar.

1beso.

Maria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maria dijo...

Pilar, exactamente. Cada uno debe encontrar su ritmo. Este artículo me "resonó" porque es lo que he visto que nos "sale" hacer de forma espontánea casi siempre.

No le pidas a Joel leer historia por la tarde, ni pintar por la mañana, porque seguro que protesta.

Me refería sobre todo a encontrar un momento para cada cosa, aprovechando los ritmos personales y del hogar. Para así obtener mayor eficiencia en lo que hacemos.

1beso, guapa.

Maria dijo...

Silvia: yo también intento hacer por la mañana lo planificado, pero alternando actividades más de pensar, como lectoescritura o mates, con juego libre o con una pequeña lectura, o con algo más relajado tipo latín (¿quién lo diría?, pero es que nuestro libro de latín es muy relajado) o snack de media mañana.

1beso, y gracias por tus reflexiones.