Hace unos años, por cosas del destino, aprendí varias oraciones católicas en latín, además con musiquilla. No me resultó difícil por la repetición frecuente que se hacía de ellas (y no, no estuve en un convento, por si alguien lo ha pensado).
Ahora que J demuestra interés por el latín -aparentemente, porque sólo llevamos una semana estudiándolo, le he enseñado el Pater Noster y debe ser que le ha caído en gracia, porque no hace más que pedir que lo cantemos, lo recitemos o que se lo traduzca al español.
Nota: la oración está sacada de www.letrasymusica.com.ar.