2 de octubre de 2010

Faraón de andar por casa






Hace unos cinco mil años, año arriba, año abajo, el rey del Alto Egipto, Narmer, unificó su reino con el del rey del Bajo Egipto. No fue fácil, se llevó unas cuantas batallas y varios egipcios de los de a pie muertos. Luego el rey vencedor tomó la corona del que perdió la batalla y la unió a la suya. De la mezcla surgió la doble corona de Egipto, que hemos intentado recrear con papel de embalaje blanco y un papel de seda brillante rojo. Después, a un 'pulpo' flexible le hemos dado forma de báculo de pastor y ya está. Un faraón egipcio en nuestra casa.

2 comentarios:

Silvia dijo...

Que chulada...oye, que mayor se ve a Joel.

Maria dijo...

Lo está. Yo a veces lo miro y me sorprendo de lo que le ha cambiado la cara y las cosas que dice y hace. Si hace nada era un bebé.

1beso.