Algo que dijo Malena en el taller de mates para niños de 3 a 6 años el otro día es que a estas edades hay que relacionar el aprendizaje con cosas de la vida cotidiana del niño.
A mí este tipo de consejos me gustan, por un lado porque una empieza a pensar que no tiene por qué gastarse demasiado dinero para fomentar un ambiente matemático alrededor del niño.
Por otro lado porque tampoco es tan necesario que esa misma una idee juegos o cositas matemáticas demasiado elaboradas para el niño; cosas que vistas en foto en internet quedan muy bonitas, pero que realmente, o te gusta hacerlas porque eres una manitas, o te pasas horas fabricándolas para que luego a lo peor el niño no les haga ni caso.
Pertenezco al club de "madres (que hacen cole en casa o que no) perezosas", que dan cualquier cosa por no tener que fabricar material. También prefiero no tener que comprarlo, salvo que sea algo que pueda tener una utilidad a largo plazo (véase el ábaco, las regletas, un tangram, la base diez, los bloques lógicos...).
En fin, que hace unos días aproveché los recursos de que disponemos en casa e intentando hacer un reutilizaje, "creé" unas torres de distintas alturas con los cubos encajables y se las presenté a Vina para que hiciese emparejamientos por longitud.
Y lo hizo.
Después terminé de recoger los cubos y a otra cosa. Así da gusto hacer matemáticas.
2 comentarios:
!¡Fantástica reflexión y fantástica puesta en marcha! ¡A disfrutar de todo ello! Un besazo.
Gracias, Noe. Tenemos que compartir lo que vamos haciendo con las niñas, cuando nos veamos.
1beso.
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