30 de marzo de 2015

Preguntas que ayudan a comprender lo que se ha leído (fase lógica)

En la parte dedicada a la lógica en The Well-Trained Mind, de Jessie Wise y Susan Wise Bauer, aparecen una serie de preguntas que sirven para iniciar el diálogo con los niños, tras la lectura de un libro. Las transcribo aqui, traducidas:

Para una novela:
¿Sobre quién trata este libro? (personajes centrales)
¿Qué quieren los personajes principales?
¿Qué impide que lo consigan?
¿Cómo consiguen lo que quieren?
¿Tienen un enemigo o enemigos? ¿Hay un villano?
¿Qué quiere el villano?
¿Cuál crees que es el suceso más importante de la historia?
¿Qué conduce a este suceso?
¿En qué cambian los personajes después de este suceso?
¿Cuál es el suceso más importante en cada capítulo?
¿Cuántas historias diferentes cuenta el escritor?

Para una biografía:
¿De qué tipo de familia viene el sujeto?
¿Cómo eran sus padres?
¿Dónde fue al colegio?
¿Qué es lo que más deseaba de niño? ¿Y al crecer?
¿Cómo lo consiguió?
Nombra a tres o cuatro personas importantes de su vida.
¿Se casó? ¿Con quién? ¿Cuándo?
¿Tuvieron hijos?
¿Cuál fue el hecho más importante de su vida?
Nombra otros tres hechos importantes de su vida.
¿Consiguió lo que quería en su vida? ¿Por qué o por qué no?
¿Por qué recordamos aún a esta persona?

Para evaluación:
¿Cuál es la parte más emocionante del libro?
¿Cuál es la parte más aburrida del libro?
¿Te gustó el personaje? ¿Por qué o por qué no?
¿Deseabas que consiguiera lo que quería?
¿Alguna parte del libro parecía especialmente real?
¿Alguna parte del libro parecía improbable?
¿Deseabas que acabase de otra forma? ¿Cómo?
¿Leerías este libro de nuevo?
¿A qué amigo tuyo le gustaría este libro?

Me gustaría poder decir que ya las hemos usado, pero mi hijo de diez años se niega obstinadamente a leer por sí mismo libros. Le gustan los cómics, y es cierto que lee algo de ciencias, pero por el momento no ha desarrollado ningún gusto por la literatura.

27 de marzo de 2015

Páginas con imprimibles gratuitos...

... a las que suelo recurrir para actualizar y/o tunear mi planificador de homeschooling. No siempre imprimo; muchas veces, sencillamente tomo prestada la idea y la dibujo yo misma en los folios correspondientes, por no gastar tanta tinta de impresora para cuatro tablas o dos líneas con un título.



25 de marzo de 2015

Seis consejos para los que enseñan

En el panorama educativo clásico en inglés hay varias corrientes sobre cómo enseñar al estilo clásico, tanto en colegios como en casa. Una de estas corrientes es la del Circe Institute. Les pedí un ejemplar de su revista de este año y me lo enviaron a casa (sin gastos por mi parte, añado). El contenido de los artículos puede verse en esta página, pero yo soy de la vieja escuela y prefiero leer en papel (o en mi kindle).

En uno de los artículos aparecen seis consejos para enseñar más alegremente, destinados a profesores de todo tipo. Los escribo aquí abajo por si sirven de inspiración:

1. Diariamente: contemplar la bondad de dios y después arrepentirse. Aclaro: esto vale para los que creen en un dios. Si sois poco creyentes en el más allá, como es mi caso, podemos igualmente contemplar la amabilidad que hay a nuestro alrededor, e incluso la nuestra propia hacia los demás.

2. Diariamente: contemplar algo hermoso, bueno o verdadero, y compartirlo con los estudiantes. Esto de 'la hermosura, la bondad y lo verdadero' es un objetivo de muchas de estas corrientes de estilo clásico, que quieren transmitirlo a sus estudiantes para que sean capaces de contemplar el mundo de esa manera. A mí me parece perfecto, porque sin negar las cosas malas que ocurren en el mundo, nada impide fijarse también en las cosas buenas.

3. Semanalmente: leer algo relacionado con la tradición clásica y disfrutarlo, dejando que esa lectura impregne nuestra forma de enseñar.

4. Semanalmente: dar un paseo largo, de una hora, solo o con un amigo, y observar la belleza que nos rodea. Hablar -supongo que con el amigo- de las cosas que nos importan.

5. Mensualmente: pasar medio día en algún lugar hermoso, con buena comida y bebida, con amigos a los que quieras, y hablando de las cosas que nos importan. Se puede llevar un libro de tus lecturas semanales.

6. Anualmente: pasar una semana en un lugar bonito, con tu familia y/o amigos. Caminar, hablar, leer en voz alta por las noches, cantar o recitar poesías. Hablar de las cosas importantes. Comer y beber bien. Repetir.


No son cosas difíciles de hacer. Están a nuestro alcance, son baratas, salvo si se eligen lugares caros de vacaciones. Son estimulantes y renovadoras, porque la tarea de enseñar, en casa o en el colegio, es dura. Puede acabar por hundir en la miseria a cualquiera si uno no sabe o no quiere ver más allá y contemplar objetivos más elevados de la educación, como son

el dar la oportunidad a los estudiantes de desarrollarse en todas sus facetas, potenciando lo bueno, sin negar lo no tan bueno que hay en las personas, 

así como el poder desarrollarse uno mismo en esta segunda oportunidad que supone el acompañar a los niños en su crecimiento.

23 de marzo de 2015

Morning time


fuente desconocida

A final de año di con estas entradas acerca del morning time, un rato empleado al inicio de la mañana, antes de empezar con las materias fundacionales (ya sabéis, matemáticas, lengua, etc.).

¿Qué se puede hacer en el morning time? Se puede incorporar todo lo que se quiera. Es un momento útil para todo tipo de aficiones, lecturas, audiciones y conversaciones sobre los temas más variados. Se puede cantar, memorizar, recitar, dibujar, leer acerca de Leonardo da Vinci, una manualidad, estudiar un artista y luego dibujar algo a su estilo, escuchar una obra clásica en CD o en un video en internet...

¿Por qué para mí ha sido un (re)descubrimiento? Por dos motivos.

El primero, que es una introducción amable al aprendizaje diario. En vez de comenzar con geometría o el estudio de la ortografía, empezamos viendo un video en YouTube de música clásica, leyendo algo sobre Leonardo Da  Vinci o dibujando mariquitas y unicornios (Vina está sumergida de pleno en el mundo de Mia and me).

El segundo motivo es que puedo buscarle un momento a una serie de cosas que quería hacer con los niños y que no cuadraban cuando las hacíamos por la tarde, pues habitualmente la tarde la usamos para salir al parque o a dar un paseo o para algunos recados, y costaba mucho que los niños se interesasen por otras cosas en ese tramo horario.

21 de marzo de 2015

Esto y aquello


La semana que viene es la última (por ahora) de las que tendré que trabajar a diario fuera de casa. Volveré (espero) a los tres días de trabajo semanal, horario que hace más llevadera la rutina semanal, menos caótica. Tengo más tiempo para estar en casa y por tanto para retomar la rutina del homeschooling.

Por el momento, los niños se dedican a sus cosas: Minecraft, unicornios, cómics, dibujo, pasar tardes con los abuelos (que les cuidan dos días por semana), dibujos en la tele y juegos en la retablet. Los días que podemos nos dedicamos a seguir estudiando algo de matemáticas y lengua.

No es lo una situación ideal para el homeschooling, pero la vida es lo que tiene, que obliga a cambiar los planes. Me consuelan un tanto las palabras de Austin Kleon, something small, every day, que me repito como un mantra. Hacer aunque sea un poco cada día y ser constante, al final puede dar un resultado aceptable. Así que, aunque no estemos estudiando todo lo que me gustaría, me adapto a esto y espero los momentos en que se pueda volver de nuevo al estudio reglado de la historia, el latín, las ciencias, etc.


Hay otras palabras que también me sirven de mantra, en este caso por lo que implican de creación de hábitos, y que he sacado de mi reciente lectura de David Copperfield, de Dickens. Hablando de sí mismo y su éxito en su carrera literaria, dice David: "... yo habría sido incapaz de realizar lo que he realizado sin los hábitos de puntualidad, orden y diligencia, sin la determinación de concentrar en cada momento mis esfuerzos en un solo objeto, aunque hubiera otro a continuación pisándole los talones". ¿No es evidente el paralelismo con la que quiero que sea mi actitud frente al homeschooling, y la que quiero inculcar a los niños frente a la vida?

Y otra frase del mismo libro, en este caso dicha por Betsey Trotwood, acerca de la esposa de David, pero que a mí me recordó un poco la educación de los niños: "Será tu deber, al igual que tu felicidad, quererla tal como la has escogido, por las cualidades que tiene y no por las que no tiene. Intenta desarrollar en ella estas últimas. Y si no puedes, muchacho -mi tía se frotó la nariz- tendrás que acostumbrarte a vivir sin ellas".