Bajo la fecha siempre hay una frase inspiradora. La de hoy es:
"Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida" -no tiene autor reconocido.
Y yo, como estoy siempre dándole vueltas a nuestra opción educativa (no porque dude de ella, sino porque quiero llevarla a cabo lo mejor posible), pienso en la cita y la educación.
Tantos de nosotros hemos dado por sentado que el estilo de vida actual era para siempre que no entendimos que la vida no es esto. No es seguir un camino marcado por la sociedad y el estado, en que pasas de un curso de colegio a otro, y luego a la universidad y después a un trabajo fijo, matrimonio o similar, hipoteca, hijos y vuelta a empezar.
La vida es más que esto. La vida se empeña en salir por donde uno menos se lo espera. Remueve los cimientos de la sociedad y de las personas de forma inesperada.
Al final lo que cuenta es disponer de recursos personales para poder sobrevivir o empezar a vivir otra vida en cualquier sitio. Recursos de todo tipo, especialmente que no sean sólo los que uno aprendió en el colegio o la universidad. Son otros, como una mente creativa, sentido de la libertad personal, capacidad para aprender de nuevo, para empezar de nuevo, habilidades manuales, tolerancia a la frustración...
Igual me he puesto demasiado solemne, pero con la que está cayendo a nivel social en nuestro país, me da por repensar lo que hasta ese momento se creía inmutable. Y gracias a la educación en casa, es más fácil plantearse el educar a nuestros hijos según esos parámetros nuevos. Educarles para la vida; para la vida de verdad.