26 de julio de 2014

Final de The Core. Reflexiones. Más lectura.

Termino ya de leer The Core. El capítulo 11 hace una referencia muy superficial a otras posibilidades de llevar la educación clásica al hogar en situaciones que no parecen las ideales: un solo progenitor, los dos padres trabajan, los niños van al colegio pero se quiere hacer con ellos educación clásica por la tarde, o se es un profesor en un colegio que no sigue el modelo clásico. Como Bortins no da grandes ideas, no voy a escribir sobre ellas aquí.

En el epílogo la autora vuelve a insistir en las bondades de la educación clásica. Son ideas generales que pueden aplicarse a cualquier forma de educar (bien). Todos los padres desean que sus hijos encuentren su propósito en la vida y el trabajo y disfruten de lo que hagan, independientemente de que se hagan artesanos o médicos. Es imposible preparar específicamente a un estudiante para lo que le espera en el futuro, pero sí se puede ayudarle a que desarrolle habilidades que le servirán para múltiples propósitos, y fundamentalmente para que los niños se hagan responsables en el futuro de educarse a sí mismos en aquello que necesiten aprender por sus circunstancias. Porque la educación clásica, vuelve a repetir, se basa en las herramientas del aprendizaje, y no tanto en lo que se aprende.


Decidí leer este libro porque mi año hasta ahora ha sido irregular en cuanto a horarios y se ha resentido bastante la parte de educación en casa de mi hijo mayor. Al llegar junio no me sentía satisfecha y necesitaba inspiración para enfocar el nuevo curso de estudios en casa. Sin embargo, el libro de Bortins no representa el estilo de educación clásica por el que me siento atraída. He sacado algunas ideas que me resuenan y que posiblemente implante en casa, como lo de dibujar a mano los mapas o los tres niveles de libros de lectura, entre otros. Pero no es el tipo de educación clásica que yo haría.


Esta semana empecé a (re)leer The Well-Trained Mind, de Jessie Wise y Susan Wise Bauer para elaborar los programas del curso que empieza. Este estilo de educación neoclásica sí me gusta. Se adapta perfectamente a lo que quiero conseguir, me parece que tiene mucho sentido común y me inspira en el día a día. Soy además una admiradora de Susan Wise Bauer e intento leer todos sus artículos en internet y aplicar sus ideas, no solo en la educación de los niños, sino en la mía propia (leer Educating Ourselves: Classical Education for Adults y Cómo ser culto).

La idea de Bortins de que los padres aprendan a la vez que sus hijos es buena. No es solo que les ayudes a hacer los deberes si van al colegio, o que les proporciones material y les ayudes en casa si hacen homeschooling. Es que como padre te haces el propósito de que vas a ir aprendiendo lo mismo que tu hijo, a la par, no solo vas a tutorizarle. Al estar el niño en Primaria es más sencillo. Este es mi intención para este año. Aprender junto con él: latín, historia antigua, gramática, algo de inglés, el método científico... Adaptaré los temas a mis conocimientos de manera que pueda aprender latín a nivel de Joel, pero historia a un nivel más adulto con el libro de Historia Antigua de Susan Wise Bauer (¿he dicho ya que soy una fans suya?), o el método científico en mayor profundidad con ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, de Chalmers. La literatura, además de leer también los libros de Joel relacionados con la época que estudiemos en historia, abarca mi lista de clásicos pendientes. En resumen, que entiendo que para que el cole en casa sea productivo tengo que implicarme más y creo que esta es la manera ideal de hacerlo porque me resulta motivador aprender cosas que, o bien olvidé hace años, o no llegué a aprender, y ahora sin presiones ni exámenes.


Tengo una lista de libros relacionados con la educación, la educación clásica o los clásicos, de los que copio algunos aquí. No he leído apenas ninguno así que el único criterio que he seguido es que deseo leerlos -o releerlos- alguna vez.

The Well-Trained Mind, Susan Wise Bauer y Jessie Wise
The Well-Educated Mind (Cómo ser culto), Susan Wise Bauer
The Core, Leigh A. Bortins
An introduction to Classical Education, Christopher Perrin
El poder educativo de los clásicos, Luis Javier de la Vega
Trivium 21st Century, Martin Robinson
Las herramientas perdidas del aprendizaje , Dorothy L. Sayers (no es un libro, sino un discurso)
¿Cómo enseñar el Trivium?, Harvey y Laurie Bluedorn
Sin escuela, Laura Mascaró
Divertirse hasta morir, Neil Postman
¡El latín ha muerto! ¡Viva el latín!, Wilfried Stroh
Classical Living, Frances Berstein
La herencia viva de los clásicos, Mary Beard
The New Lifetime Reading Plan, Clifton Fadiman y John S. Major
Cómo leer un libro, Mortimer y Van Doren
Ten ways to destroy the imagination of your child, Anthony Esolen


Por otro lado, no solo de libros en papel o electrónicos vive una. También hay algunas cosas en internet a las que echar un ojo en estos días de verano:

Classical Christian Homeschooling
Science Notebooks: entrada en un blog, pero a partir de ahí buscar más información
Summer School for Moms: una serie en Home Hearts
Journaling Boot & Reboot y Observational Drawing for Families: ambas son unas clases online gratuitas de Lori Pickert, la responsable de Project-Based Homeschooling. He ido recibiendo por correo cada clase y ahora están pendientes de ser leídas.

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