La mitad de la población india ha muerto en la guerra. Doce villas inglesas yacen en cenizas.
Al fin del verano, los ingleses traen a Plymouth la cabeza de Metacom, el jefe de los wampanoag: Metacom, o sea, Satanás, el que quiso arrebatar a los colonos puritanos las tierras que Dios les había otorgado.
Discute la Corte Suprema de Plymouth: ¿Qué hacemos con el hijo de Metacom? ¿Lo ahorcamos o lo vendemos como esclavo? Tomando en cuenta el Deuteronomio (24.16), el Libro Primero de los Reyes (11,17), el Libro Segundo de las Crónicas (25.4) y los Salmos (137.8,9), los jueces resuelven vender al hijo de Metacom, que tiene nueve años, en los mercados de esclavos de las Antillas.
Dando otra prueba de generosidad, los vencedores ofrecen a los indios un pedacito de todo lo que antes tenían: en lo sucesivo, las comunidades indias de la región, hayan peleado o no hayan peleado junto a Metacom, serán encerradas en cuatro reservas en la bahía de Massachusetts.
Memorias del fuego I - Los nacimientos, Eduardo Galeano
Una frase de Paulo Freire (de mi taco-calendario-del-corazón-de-jesús, no de algún libro que haya leído de este autor): Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
El libertas per cultum.
Hoy se celebra el nacimiento de Dorothy L. Sayers, autora de, entre otras obras, el ensayo Las herramientas perdidas del aprendizaje, que puso los cimientos para un resurgir del neoclasicismo en educación -y del que hablé en este artículo en Homeschooling Spain.
Para visitar: The Dorothy L. Sayers Society
Qué guapa era de joven... y cómo se estropeó, ja ja ja.
ResponderEliminarYo escuché en CD ese ensayo buenísimo, de ahí me leí The Mind of the Maker, aún mejor, y es por eso que me fuí a la primera novela que resulta que te leíste ya el año pasado, ja ja ja.
Ja, ja, qué mala eres. Pero es cierto. Es lo que toca si la naturaleza o el plástico no te dan una buena vejez.
ResponderEliminar¿The Mind of... es un libro teológico? Qué pena que a esta escritora no se la haya traducido más.
1beso.