A Joel le sigo leyendo la Mitología de Humbert, un personaje cada día, y las historias del Libro de maravillas de Hawthorne, que es una adaptación de la mitología, moderna (para la época de Hawthorne, allá por el siglo XIX) y para niños. No seguimos leyendo La princesa y los trasgos, principalmente porque nos pilló la lectura en un momento de lluvias. Parece mentira, pero eso y el cambio equinoccial me hicieron el libro poco llevadero; lo veía bastante extraño e inquietante. Lo dejamos en el capítulo cinco. En su lugar empezamos La colina de Watership, de Richard Adams, que es una historia épica sobre conejos. Conejos que huyen de su madriguera debido a las visiones de uno de ellos, Quinto. Vamos por los primeros capítulos, pero es interesante, sobre todo porque los animales no se comportan como personas, sino como conejos. Hay aventura y está bien escrito. Podéis leer una reseña aquí.
Con Vina estuvimos leyendo El osito Winnie Pu, de A. A. Milne, una edición que compré en una librería de segunda mano que, oh, sorpresa, han abierto en nuestro barrio. Le gustó, y yo descubrí que me gustó más que cuando se lo leí a Joel con cuatro años. Después hemos pasado a ¡Qué bonito es Panamá! y ahora a Historias de conejos, ambos libros de Janosch y ambos bien acogidos. Conejos y osos, en cuentos y en muñecos de peluche. Esa es la tónica por ahora.
No me digas que dejásteis el libro de McDonald, es un autor de mucho renombre y muy querido en EE.UU, está en AO como libro de literatura, nosotras lo tenemos para el año que viene, y es de los que tendrá que narrar... pero nos llevará unas 24 semanas o así leerlo, lo espaciaré.
ResponderEliminarLo dejamos, lo dejamos. Pero tengo pensado sacarlo en un par de días de la biblioteca y seguir con él. Realmente fueron unos días un poco "oscuros", atmosférica y personalmente. Distimia primaveral quizás. Pero seguiremos con él.
ResponderEliminar1beso.