Se acerca el inicio de nuestro año escolar. Otros años la fecha ha sido allá por la mitad de septiembre, pero este año he pensado comenzar antes e ir introduciendo las materias de forma
más escalonada.
De esta forma, comenzaríamos el
27 de agosto con
lectoescritura, matemáticas y música. Una semana después introduciré
historia y latín, y la tercera semana,
ciencias, arte, geografía y dibujo.
He variado la estructura del curso, para hacer
ciclos de unas seis semanas aproximadamente de clases, alternando con
una semana de 'descanso'. Esta semana la dedicaremos entre otras cosas a hacer proyectos de ciencias, arte o música, o sencillamente a descansar del todo.
Esto es una prueba, ya que he comprobado que hacer varios meses seguidos de cole hace que perdamos un poco las ganas y la concentración, de manera que empezamos con fuerza pero luego nos desinchamos un poco/bastante.
También he cambiado ligeramente el esquema semanal. Básicamente habrá
cuatro días (lunes a jueves) similares al año pasado, y un quinto día,
el viernes, dedicado a historia, a recuperar algo que no hayamos terminado, a ir a la biblioteca.
Nuestras mañanas, cuando sea posible, se dedicarán a lo académico y la música, mientras que las tardes se pueden dedicar al arte, la lectura, la naturaleza, las manualidades, el dibujo y el inglés (
à la CM).
En esta entrada se puede leer algo sobre la distribución de las actividades a lo largo del día.
En cuanto a la
distribución semanal de las materias de este año, será esta:
5 d/s: lectura, música
4 d/s: lectoescritura, matemáticas, inglés, latín
3 d/s: apreciación artística
2 d/s: ciencias y geografía
1 d/s: historia
Que nadie se lleve a error. Aunque parezca todo muy pensado y planificado, esta es una planificación realmente
flexible. Yo necesito, por mis esquemas mentales, tener al menos un marco donde encajarlo todo; me da mucha seguridad el tener una estructura. Luego viene la vida, que es aquello que pasa mientras uno hace planes, y entonces hay que modificar las cosas. Pero así es la
ídem.