Fray Perico llega a un convento de franciscanos para revolucionarlo, con su forma sencilla y generosa de ver el mundo. Gracias a una estatua de San Francisco las cosas le van saliendo bien, y consigue que los frailes cambien su modo de hacer y pensar.
Hace un par de semanas terminamos de leer Fray Perico y su borrico, de Juan Muñoz, en el lector electrónico. Hoy, cuando J ha visto el libro en la biblioteca se lo ha querido traer a casa para volver a leerlo, con dibujos ahora. Je, je. Bueno, pero le he convencido para coger otro. Fray Perico de la Mancha. Esta vez en papel.
ja,ja...nosotros leímos hace años el de Fray Perico y su borrico y ¡¡¡lo que nos reímos!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, es muy bueno. Luego hemos leído el de Fray Perico de la Mancha y tiene menos gancho y menos gracia.
ResponderEliminar1beso.