21 de agosto de 2011
19 de agosto de 2011
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17 de agosto de 2011
16 de agosto de 2011
15 de agosto de 2011
Recurso de matemáticas
Además de en Educarpetas, ahora Malena también está en Aprendiendo Matemáticas, un blog en el que comparte multitud de ideas y recursos para aprender matemáticas, para todos los niveles. Si os apuntáis para recibir el boletín semanal de novedades, podréis descargaros un documento con veinte ideas para ayudar a los niños con las matemáticas.
La historia del doctor Dolittle, de Hugh Lofting
Al doctor Dolittle, doctor de personas, su loro Polinesia le enseña a hablar y a entender el lenguaje de los animales. Desde entonces, Dolittle se convierte en médico de animales. Además de curar a los de su pueblo, Puddleby-on-the-Marsh, un día recibe el aviso de unos monos de África para que les ayude, y allá que se va el doctor con varios de sus animales. Las aventuras en su viaje, tanto a la ida como a la vuelta, son las que se relatan en este primer volumen del doctor Dolittle.
12 de agosto de 2011
Un lector electrónico versátil
El lector electrónico se está convirtiendo en casa en una muy buena herramienta para hacer 'homeschooling'.
No se trata sólo de que puedo descargarme documentos en pdf que quiero leer sobre educación o sobre algún tema en concreto relacionado con ésta. También me está siendo útil para almacenar libros que leo a J por capítulos. Por ejemplo, aunque Precisamente así esté en la biblioteca, quizás hemos tardado en leerlo algo más de un mes, entre unas cosas y otras. De haberlo tomado prestado, hubiésemos devuelto el libro probablemente leído a la mitad.
También uso el lector para guardar mis programas concretos, por ejemplo algunos de pedagogía Waldorf que compré, libros gratis de Charlotte Mason, un programa de arte para aprender a dibujar que he compilado en un documento en pdf, etc. De esta manera me ahorro papel, tinta y espacio, y además puedo revisarlos siempre que quiera sin tener que andar buscándolos por toda la estantería, además de que puedo transportarlo a cualquier sitio sin tener que llevar peso encima.
11 de agosto de 2011
Con 3 años (casi)
Tres años es una edad demasiado temprana para plantearse siquiera tener un curriculum. Lo mejor a estas edades sigue siendo que la niña se integre en la vida cotidiana, que aprenda a través de la acción y la imitación, y que se relacione con su entorno.
Sin embargo, como una (yo) es como es, además de lo cotidiano que ya nos rodea
trabajos domésticos
paseos
juego en el parque y en casa de amigas
biblioteca
oír música
jugar y jugar
estar delante cuando su hermano hace sus tareas de "cole"
este año también me he planteado tres cosas concretas con V:
.. leerle libros; no sólo Caperucita Roja, que está hiper-leído y mega-visto, sino otros como los cuentos de Perico el conejo, de Beatrix Potter y otros clásicos y modernos para prelectores. V es una niña que lo pregunta todo y resulta muuuy difícil seguir el hilo de la historia así; pero es su especial característica y me acomodo como puedo (lol)
.. centrarnos más en el arte y las manualidades. A mí personalmente me cuesta esto, porque no soy una persona de hacer este tipo de cosas. Como J, mi hijo mayor, tampoco lo es, aunque he intentado reconducirle por ese camino artístico, no lo he conseguido. Con V es distinto, porque a ella le sale espontáneamente desde pequeña el dibujar, recortar y esas cosas. Seguiremos -eclécticamente, por supuesto- dos libros:
... Young at Art, de Susan Striker, que da una serie de ideas para trabajar con niños, en las que lo que importa no es el resultado, que quede bonito, sino todo el proceso y la experimentación con los materiales y los colores
... un par de libros de educación Waldorf en casa. Los tengo desde hace unos años, y aunque los he leído y he sacado ideas, ya digo que con mi hijo mayor fue muy difícil conseguir aplicarlas y prácticamente los dejé de lado. Como es Waldorf, no sólo se pinta, también se lee, se cocina, se sale al campo, se celebra...
... meditación. Con las estupendas meditaciones para niños del libro de Mari Cruz, Rumbo a los sueños. Con J las probé una temporada y le gustaron bastante. Ahora que estoy leyendo algo de Waldorf me entra el gusanillo de probar de nuevo, para dar momentos de desconexión a los niños, y de centrarse en ellos mismos.